«La temporada comienza con la nueva cosecha en junio, donde el jengibre ha madurado hasta el 90% aproximadamente», dice Gino Neira, de Inkawald, en Lima, (la sede central se encuentra allí, mientras que su otra instalación está en Satipo). Inkawald comenzó la temporada enviando un contenedor semanal a Europa y otro a Miami, Florida, donde a su vez se distribuye a ciudades como Nueva York, Los Ángeles y otras.
China compite con el jengibre peruano, que envía los volúmenes más importantes, pero también Brasil, Tailandia y Costa Rica. «El jengibre importado de China y Brasil es convencional y de mayor tamaño, mientras que el peruano es ecológico, tiene una excelente calidad, es pequeño y tiene un sabor mucho más intenso que lo hace un producto único», comparte Neira.
En 2020, Perú exportó unos 105 millones de dólares en jengibre, suponiendo un crecimiento de aproximadamente el 155% en comparación con 2019. «Los volúmenes de exportación se duplicaron, así que esta temporada esperamos que esa tendencia continúe», señala. «El año pasado tuvimos mayor demanda porque la pandemia cambió los hábitos de alimentación de los consumidores. Empezaron a consumir más productos ecológicos, incluidos el jengibre y el ajo».
Paralelamente, en cuanto a los precios del jengibre, Neira señala que, aunque el precio aumentó un poco a finales de 2020, de enero a marzo de 2021 también se registraron aumentos de precios más fuertes debido a que la demanda de jengibre aumenta en el hemisferio norte cuando el producto peruano es escaso. Sin embargo, en esos precios se incorpora el aumento de los costes de los fletes marítimos tanto a Europa como a Estados Unidos.
En cuanto al 2021, Neira expresa que Inkawald va a participar de nuevo este año en Fruit Attraction junto con el programa IPD Alemania, y también participará en la próxima Organic Produce Summit.
Fuente: Fresh Plaza
