Texto y fotos: José Calderón Torres
Lejos de las bulliciosas ciudades de la costa, la vida transcurre apacible pero nunca monótona en las coloridas selvas de la amazonía peruana. Enmurallados por montañas y la más agreste vegetación del mundo, los pueblos más remotos de la amazonía peruana se mantienen fieles a sus costumbres y tradiciones. No obstante su espíritu festivo invita al forastero a conocer lo que les anima a sonreir y ver la vida desde una perspectiva menos compleja pero más sabia.
Las ferias. Son lugares para el comercio y los negocios una actividad propia de los mayores pero en la comunidad de Chocoriari en el Megantoni, la amazonía de Cusco, la feria es una cosa de niños.
La etnia machiguenga en dicha comunidad es una de las más exóticas del mundo y ofrece en esta feria todo lo que ellos obtienen de la naturaleza transformado en alimentos de original preparación con sus técnicas y aderezos de siempre.
En esta feria se puede encontrar variedades de aguaje, caracoles, pescados exóticos, ancas de rana, monos y hasta armadillos que forman parte de una culinaria muchas veces extrema para el visitante, ofrecidos por sonrientes niños quienes parece que juegan «a que yo te vendo y tú me compras».
Lo más cercano al gusto occidental es el plátano silvestre, pero de una variedad desconocida en el mundo, que se sirve asado o sin sal.
Los chiles nativos son de una variedad inimaginable, y el fruto del ungurahui -con propiedades tan bastas desde la cura del asma hasta la calvicie y la TBC- es además un sabroso alimento digno de una deliciosa tarta que aún no existe.
La municipalidad de Megantoni, la más alejada del país, se ha inspirado en esta tradición ferial y promueve la articulación de los productores de alimentos autóctonos al mercado a través de ferias locales de biocomercio realizadas en cada comunidad nativa.
Todo es rico y extraño en esta cultura que guardan estas poblaciones desde sus ancestros, pero donde la agricultura y consumo nativo también acepta nuevas especies, sean de plátano, la yuca, el aguaje, el caimito, el maíz, el camote, la guaba, la piña, difundidos en todo el Amazonas.
Entre los platillos, se encuentra patarasca de pez palometa, doncella, boquichico, súngaro, cunchi; el juane de pato y gallina, juanes de doncella; empacado de boquichico.
Un equipo de expertos de la municipalidad asesora al productor a traer sus productos desde su domicilio, y aunque acuden lo hacen son cierta reticencia debido a que no se relacionan con facilidad ni muestran sus secretos ancestrales a todas las personas.
El biocomercio es el primer acercamiento de los nativos a mercados locales (en 22 Comunidades nativas y 6 asentamientos Rurales), regionales y nacionales (Feria de la Mancomunidad, Huancaro, Expoamazónica expoalimentaria entre otros). Esperan llegar más lejos.
Todas estas ferias muestran artesanía típica a base de algodón natural y otros tejidos vegetales con la que elaboran su propia vestimenta. A través de semillas confeccionan sus adornos: collares, pulseras, brazaletes, aretes y otros.
Hoy en dia hay proyectos que aportan a la alimentación como el arroz, la miel de abeja, el cacao y la crianza de peces amazónicos que vienen aportando a la economía de los comuneros.
La municipalidad de Megantoni ha llevado a dar este gran paso en el tema de biocomercio, el cual ha sido encargado a la gerencia de desarrollo económico encabezado por el Ing Ebert Pacco Pumahuillca y los ejecutores el Ing. Rolando Ccotohuanca Ccoa y el Ing Nilton Cesar Yana Bejar.