
Por José Calderón Torres.
¿Qué está haciendo Perú para defenderse ante la inminente crisis internacional de los precios del café? Luego de los problemas producto del ataque masivo de la roya amarilla muchos sectores experimentan una recuperación al haber mejorado las prácticas agronómicas para doblegar al hongo. Pero nadie esperaba una caída en el precio internacional del aromático grano.
Por ahora las cooperativas han entendido que ante una crisis como la que se viene no hay que dejar un centímetro de mercado y pugnan por instalarse en la plaza local –dominada por las cafés solubles importados- pero haciéndoles frente con café tostado.
Los agricultores han entendido que el mercado no toma café negro, tostado a la de Dios, inclusive con desnaturalizadores del sabor como la cáscara de naranja. Han entendido que el tostado es un arte y que si el norteamericano prefiere un torrado oscuro, el peruano también se ha acostumbrado a tomar un café que no es el mejor.
No todos como Villa Rica Mountain pueden instalarse en los supermercados y esperar tres meses para el retorno. Pero quizás la meta de incrementar el consumo del café en Perú de 500 gramo a 1.5 kilos anuales esté, “gracias” a estas crisis dando sus primeros pasos.
Las cooperativas como Cenfrocafé, colosos de las exportaciones, -con una meta para este año de 400 mil quintales- ha abierto su propia cafetería en el centro de Jaen, Cajamarca. Y no es la única.
La cooperativa La Prosperidad de Chirinos acaba de comprar la infraestructura necesaria para lanzarse a la conquista del mercado del café peruano. ¿Cuál será la estrategia de llegada?
En Lima, algunas asociaciones de cafetaleros como Café Perú y su café Puma también se han instalado –en Miraflores- para llevar el café de chacra al cliente sin intermediarios.
La Central de Cooperativas Agrarias Cafetaleras, COCLA, ha hecho lo mismo ofreciendo café en su cafetería de Cusco. Todo esto va de la mano con una revolución en el tostado.
Si bien es cierto en Perú se pensaba que el café necesariamente era negro, el tostado europeo –que es menos oscuro- se ha impuesto. Cafés suaves, aromáticos, propios de las alturas. Si, hay vida más allá del café soluble.
Un kilogramo de café tostado de calidad puede alcanzar precios de S/. 40 soles, pero a mayores ventas el precio podría reducirse, dice el caficultor, Santiago Aguilar, de Santa Teresa, Cusco.
Desde hace un lustro las empresas cooperativas, y algunos agricultores, se han atrevido a ingresar al mercado local con tostados profesionales y no hay semana que pase sin una novedad al respecto. José Huaraca, de Pancoa, Junín, manifestó que “con mucha satisfacción finalizamos el «II Curso de Tueste y Catación de Café”, apoyado por el Estado y Pangoa Coffee Vraem.
“Más de 25 organizaciones, entre cooperativas, asociaciones y pequeñas empresas de Pangoa y la Selva Central se beneficiaron con este gran evento”.
Si Brasil se defiende de la caída de los precios con el mayor consumo de café en el mundo, Perú empieza a hacer lo propio, y esto a su vez abre el mercado peruano para la venta de maquinaria nunca antes vista, desde implementos de cafetería, moledoras, máquinas para espresso, hasta seleccionadoras de todo tipo que diariamente entran al mercado.
Las noches del café son una institución en poblaciones cafetaleras como Quillabamba, en Cusco, y aunque las ferias han intentado una aproximación del caficultor al mercado local, la vocación de vender directamente se ha despertado en caficultores como Aguilar, quien ha entendido que siempre puede entregar el café en grano verde a su cooperativa, pero por qué no reservarse una cantidad para ingresar al mercado, en su caso al limeño.
“Estamos trabajando en todo lo referido al negocio de la comercialización con alternativas distintas a los supermercados, y esto pasa por conocer el ajuste en el precio de los empaques, inclusive en conocer al cliente pues gracias a Starbucks muchos optan por comprar café de Indonesia con blends muy buenos, pero nada espectacular a lado de los cafés peruanos”, dijo.
Aguilar ha señalado que en este año ha aprendido muchos sobre la importancia de la logística del café y conocer los costos para el envío de sus primeras muestras a un target específico.
De esta forma -dice- se defenderá de la caída de los precios, que afecta actualmente a la variedad Robusta de Brasil, mientras que los cafés especiales, que son los que en su mayoría se produce en Perú todavía mantienen sus precios.
Algunos caficultores entienden que la crisis de los precios del café que se viene durará probablemente dos años, y están siendo advertidos a dejar de sembrar nuevas plantas ante la incertidumbre.
Los agricultores brasileños están entusiasmados con la jugosa cosecha de café que van a recolectar este año. Mientras tanto, los consumidores europeos se frotan las manos esperando una posible bajada de precio del café ante este incremento de la oferta en Brasil. Y es que este país suramericano supone un 30% de las importaciones del café arábica.
Brasil es el principal productor y exportador de los altamente apreciados granos de arábica. Los productores en Minas Gerais son optimistas respecto a la temporada 2018, ya que la mayoría de sus plantas está entrando a la temporada de mayor rendimiento en el ciclo bienal de cosecha. La agencia de gobierno Conab, encargada de las proyecciones de cosecha, ha dicho que la producción total de café en ese país, que también incluye la variedad robusta, podría aumentar hasta 30% , un récord este año.
Este escenario explica por qué el café registra uno de los peores desempeños en el índice de materias primas de Bloomberg en el último año. Los precios del café arábica han caído 15% en los últimos 12 meses, a US$1.222 la libra de peso en la bolsa ICE Futures en Nueva York.
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